Las cinco lecciones más valiosas de Walt Disney

A partir del título, podrás pensar que este artículo estará lleno de purpurina y fuegos artificiales, pero detrás de los castillos y los focos, se dibuja uno de los hitos empresariales más importantes de la industria creativa que desdibujó para siempre los límites entre lo real y lo mágico.

La historia de Walt Disney Company no llegó a su fin tras la muerte de su fundador, Walt, en 1966, sino que continuó bajo la genialidad de su legado, que ya había calado en el corazón de la compañía y del público en esa idea eterna de hacer los sueños realidad.

Detrás de los telones, Walt Disney atravesó diversas dificultades, desde guerras, crisis económicas, bancarrota y fracasos diversos en producciones que hoy en día son una leyenda. Sin embargo, salió fortalecido de todas y cada una de estas caídas. Las lecciones de Walt Disney son muchas, pero a continuación os llevo de paseo por las cinco más valiosas.

1. Cree, sueña, atrévete

Una frase que resume la visión de Walt Disney como empresario y como ser humano. Sus parques e historias han dejado huella y han revolucionado y reinventado la industria creativa. Walt creó una cultura empresarial sólida entorno a la creación de sueños, que está presente en todos sus productos, oficinas y colaboradores.

La primera lección que puedes aprender de Walt Disney como emprendedor es su amor por el dibujo. Dedicó gran parte de su vida a la devoción por su arte, y tuvo que ejercer diversos roles y ponerse varios sombreros para poder financiar su pasión. Llegó incluso a ser conductor de ambulancias de la armada durante la primera Guerra Mundial, de la mano de su amigo Ray Kroc, quien creó lo que hoy es McDonalds. Walt se despertaba cada mañana para ir a su estudio y hacer lo que realmente amaba. Hizo todo lo necesario para hacerlo realidad.

«Si tienes un sueño y crees en él, corres el riesgo de que se convierta en realidad«

Walt Disney
Fuente: Forbes

2. Aprende del fracaso

El fracaso es una parte intrínseca del camino hacia la innovación. Y si bien es cierto que en este viaje se debe tener una tolerancia a las decepciones, cada uno de ellas se convierte en un aprendizaje y una consolidada lección aprendida si va acompañada del rigor y el talento adecuados.

Walt no se quedaba inmóvil después de un éxito, sino que continuaba creando personajes que aún a día de hoy se consideran icónicos, como Mickey Mouse. Nunca se conformaba con sus logros, sino que buscaba lograr más y crecer con sus sueños.

Algunas producciones como Pinocho (¿quién lo diría?) o Fantasía, su obra más experimental, Bambi, o Alicia en el País de las Maravillas, se convirtieron en inversiones millonarias que no lograron el éxito en la gran pantalla. Cuando Walt Disney comenzó a trabajar en Blancanieves, fueron  muchos los allegados que quisieron detenerle. Cualquier otro líder hubiese desistido, pero su perseverancia aseguró la continuidad de su proyecto de vida, e hizo que estas producciones tuvieran recaudaciones millonarias en su relanzamiento muchos años después de su creación.

«Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.«

Walt Disney

3. Hazlo por los demás

No en un sentido altruista, sino en entender las necesidades de un público que demanda sueños, libertad y energía positiva, y convertirlas en un nicho de negocio. Un claro ejemplo es la apertura del primer parque de atracciones fuera de EEUU, en Japón, generando un espacio seguro y libre en un contexto en el que la libertad de expresión estaba fuertemente acotada, convirtiendo el parque en un foco de atracción para niños y adultos y extendiendo este concepto al resto del mundo. Para que un producto sea exitoso, tienes que crearlo para los demás y no para ti mismo.

Walt Disney no solo revolucionó la industria de la animación, sino que se enfocó en un mercado muy poco explotado en aquel momento: los niños. Antes de Disney, las caricaturas eran prácticamente inexistentes, por lo que no solamente creó una disrupción total en la industria, sino que además lo hizo comunicando valores y promoviendo pensamientos positivos. Disney nos dejó muchas enseñanzas, como el valor del amor por los amigos y la familia, la esperanza, o su mensaje más presente: el bien siempre triunfará sobre el mal.

«No duermas para descansar, duerme para soñar, porque los sueños están para cumplirse.«

Walt Disney

4. Innovación y creatividad

Walt Disney creó el genuino concepto de Imagineering, o lo que es lo mismo, ingeniería de los sueños, en total y absoluta coherencia con la visión de su organización. 

En el día a día de sus infinitos talleres, el equipo de Imagineers estaba inmerso en una experimentación total a través del prototipado y la iteración, en una búsqueda constante de la perfección.

No solo supieron adoptar la tecnología y readaptarse a las nuevas tendencias constantemente, sino que hicieron que la misma definiera la manera en la que crean, entregan y experimentan el valor de cada uno de sus productos y experiencias. 

Detrás de cada prototipo, se encontraba la puesta a prueba de algunas soluciones tecnológicas que en su momento eran incipientes, convirtiéndose en pioneros de todo lo que tuviera relación con la innovación de sus recursos y siendo extremadamente ágiles en cada transición. Un discurso de tendencia en este momento para cualquier organización, ¿te suena? Y esto fue hace un siglo, no estamos inventando la rueda.

Cada vez que Walt se enfrentaba a la creación de alguno de sus personajes, lo hacía con el mismo foco con el que un león acecha a su presa. Ponía su máximo esfuerzo y atención en cada detalle, y nunca dio por sentados su arte y su talento. 

“Cuando tienes curiosidad, encuentras muchas cosas interesantes que hacer.”

Walt Disney
Fuente: Forbes

5. El arte del Story Telling

Walt Disney era un auténtico maestro de la retórica, y creó una conexión muy profunda entre su marca y millones de personas a lo largo de todo el mundo a través de su mensaje y el valor intrínseco detrás de cada uno de sus productos y producciones. Walt fue un gran hombre de ventas, porque para poder lograr su sueño, tuvo que aprender a venderlo. Los sueños cuestan dinero, y el dinero viene de las ventas. 

Fueron pocos los que creyeron en su proyecto desde el inicio y menos aún los que creyeron que pudiera ser exitoso. Pero él creía tanto en su sueño, que logró convencer a otros de creer en ello también, y fue así como logró la financiación para su primer proyecto.

“Eso es lo que hacemos los narradores. Restauramos el orden con la imaginación. Inculcamos esperanza una y otra vez y otra vez.

Walt Disney

La historia de Walt, más allá de los cuentos de hadas, está llena de altos y bajos y nos deja lecciones valiosas sobre cómo afrontar nuestro proyecto de vida, y en definitiva, perseguir nuestros sueños. ¿A qué esperas para poner en marcha los tuyos?

1 comentario en “Las cinco lecciones más valiosas de Walt Disney”

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